From the Blog

¿Cómo se puede desarrollar el liderazgo?

En mis clases de la Universidad solía preguntar a los alumnos por las cualidades que debía tener un líder. Recopilé muchas diferentes como carisma, la capacidad de ser visionario, predicar con el ejemplo o la empatía y así hasta cerca de 140. Lo cierto es que la inmensa mayoría de los líderes que conocemos son excelentes en un número no mayor de 10 o 12 de esas capacidades. La condición de líder puede ser innata y, por otro lado, la experiencia demuestra que el liderazgo se puede desarrollar.

Lo más importante es adaptar el liderazgo al contexto en el que se ejerce, que está definido por la meta que se quiere alcanzar, la configuración del entorno y las cualidades del equipo.

La meta es un objetivo que supone un cambio respecto a la realidad actual. El liderazgo se ejerce para cambiar. Es un proceso de transformación en el que interviene todo el equipo. El líder debe articular la visión y transmitirla al equipo para que sea compartida.

La configuración del entorno influirá muchísimo en el estilo de liderazgo que habrá que ejercer. No actuará igual quien lidera un equipo de emergencias médicas a quien lidera una coalición política. La primera persona deberá dedicar mucho tiempo a preparar la instrucción y la formación técnica de los componentes del equipo y lo dirigirá con precisión y energía. La segunda persona quizás necesite escuchar posiciones discrepantes y dedicar tiempo a entenderlas y a encontrar intereses comunes.

Por último, el líder debe conocer con precisión las capacidades de su equipo y las habilidades que se deben reforzar. Para llegar a metas ambiciosas de forma continuada hace falta invertir recursos en desarrollar a las personas que componen el equipo y, para que este proceso sea eficaz, es imprescindible conocer bien sus puntos fuertes y débiles, incluyendo los propios del líder. Cada función requerirá un catálogo de cualidades y cada persona se adaptará a éste de manera diferente. La formación es, por supuesto, una herramienta importante, pero solo actúa sobre el ámbito del conocimiento de las personas y no garantiza que la materia aprendida se aplique. Hace falta que el líder ejerza el rol de coach que refuerza los comportamientos deseados.

El proceso de transformación se puede ver como un viaje que parte del estado actual para llegar a un destino deseado. En este viaje se producirán acontecimientos que afectarán a la ruta, la velocidad y la energía con las que el equipo se mueva. La vida de una organización se puede contemplar como multitud de pequeños viajes que, sumados, contribuyen a que todo el conjunto avance hacia un destino común.