A las personas que valen mucho no se les puede ofender pidiéndoles cosas sencillas. Si quieres destacar y crecer como líder deberás afrontar retos difíciles. Normalmente, los desafíos más complicados de conseguir son los que se pone uno a sí mismo. Es más estimulante perseguir tus propias metas que las de los demás o, al menos, «adornar» los objetivos que recibes de otros con tus propios desafíos. Aunque es cierto que muchas personas prefieren seguir las indicaciones que marcar ellas el paso. Como líder tendrás que definir las metas a tu equipo y eso te incluirá a ti, sin duda.
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No esperes a que otros te pongan los objetivos.
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Ponte objetivos específicos para todo lo que consideras importante.
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Pregúntate si puedes estirar el objetivo un poco más allá.
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Comprueba si tus objetivos son suficientemente retadores. Si no lo son, haz que los sean.