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Inspirar: cualidad esencial del liderazgo.

Un líder inspirador transmite una energía que mueve a los demás a la acción. No es fácil definir cómo es esta energía, pero sí sabemos que provoca una emoción que moviliza hacia una meta o un propósito determinado. También sabemos que esta energía resulta de la combinación de tres fuerzas: la atracción que ejerce la meta, el empuje que transmite quien lidera y el deseo de la persona movilizada de formar parte de ese proceso. Por eso decimos que el liderazgo inspirador es un proceso emocional: la energía se transmite más allá del plano racional que supone comprender cuál es la meta o lo que hace falta para alcanzarla.

Jesús Alcoba, en su libro Inspiración: La llama que enciende el alma, la define como el «estado emocional, subjetivo, repentino y efímero, en el que, de manera concentrada, experimentamos sentido y tras el que, generalmente, nos vemos motivados a actuar». Así, el líder que inspira es aquél capaz de provocar en otras personas un estado emocional que las mueve a acompañarle en el camino que conduce a la meta.

Daniel Goleman y Richard Boyatzis, en sus trabajos de investigación sobre liderazgo, identifican la inspiración como una de las competencias clave para el desempeño de lo que ellos llaman Liderazgo Emocional. Esta cualidad permite articular una visión que, al compartirla con otras personas, ofrece un propósito que da sentido a las tareas que deben realizar. El líder inspirador, bajo este modelo, da sentido a lo que las personas hacen.

Algo que suelen hacer bien los líderes inspiradores es relacionar las tareas con la meta que, entre todos, pretenden alcanzar. Un discurso inspirador no es, en la mayoría de las ocasiones, suficiente para mover a la acción. Hace falta un cierto equilibrio entre la emoción que provoca el sueño de alcanzar la meta y la contribución práctica que cada uno debe aportar. Por eso, los buenos líderes inspiradores son excelentes alineando la visión con los objetivos de la organización y con los valores y objetivos personales de quienes la componen. Los líderes inspiradores conectan bien las ideas, las acciones y los valores.

¿Cómo lo hacen? El fenómeno de la inspiración surge mediante el contacto personal entre el líder y sus seguidores inmediatos. Parafraseando el libro de Jesús Alcoba, la llama de la inspiración se enciende más fácilmente gracias a las conexiones humanas. Matthew Taylor, quien fue en tiempos un reconocido asesor de estrategia política del gobierno británico, cuando se refería a los grandes líderes políticos decía que lo que hacen la mayoría de los líderes inspiradores ocurre detrás de las cámaras, o fuera del escenario, en el cara a cara con las personas. Para inspirar hay que transmitir la visión como un propósito que está por encima de las tareas y, al mismo tiempo, conectar visión, tareas y objetivos sin olvidar que la energía se transmite de forma directa, de tú a tú.