Las emociones son reacciones espontáneas que suceden de forma inconsciente como consecuencia de algo que vemos, escuchamos o imaginamos. Suelen ser de cierta intensidad y de corta duración. Pueden provocar reacciones psíquicas o físicas muy diversas. Los autores no se ponen de acuerdo en el número de emociones básicas que hay. Coinciden al menos en cinco que llevan aparejadas respuestas faciales concretas: Alegría, tristeza, enfado, asco y miedo. Las emociones secundarias pueden no tener un impacto fisiológico directo. Se reconocen al menos ocho: Vergüenza, culpa, orgullo, entusiasmo, satisfacción, desprecio, complacencia, placer.
Las emociones primarias son fáciles de distinguir entre sí. No siempre ocurre así con las secundarias. Por eso debemos aprender a reconocerlas y a distinguirlas. A continuación algunas actividades que ayudan a desarrollar la capacidad de reconocer nuestras emociones:
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Cuando detectes una respuesta emocional, trata de identificar qué emoción la provoca.
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Anota en una libreta el hecho que te ha provocado sentir esa emoción. Descríbelo de la forma más objetiva posible.
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Imagina que eres un observador externo. ¿Qué verías desde fuera? ¿Qué comportamientos identificarías en ti?
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No juzgues lo que sientes, ya lo has sentido. No puedes hacer nada al respecto. Solo trata de observarlo desde fuera, como si fueras alguien que quiere escribir una novela y describe lo que siente un personaje. Anótalo en tu libreta.