La colaboración es el resultado de la aportación de las personas que forman parte del equipo. La palabra procede de un vocablo en latín qué significa trabajar juntos. Se aprende a colaborar compartiendo los recursos y conocimientos qué uno tiene y se produce dentro de un colectivo cuando se crea un clima de generosidad en el que todos aportan sus conocimientos y habilidades en beneficio del objetivo común. Está muy extendida la idea —ya algo anticuada— de que quienes tienen la información tienen el poder. Esta forma de ver las cosas está en contraposición directa con el espíritu de colaboración. Los líderes deben hacer un esfuerzo especial para estimular en el equipo un clima en el que la información, el conocimiento, los recursos y capacidades se compartan. A continuación se incluyen algunas ideas que ayudan a crear ese clima:
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Fomenta que las personas que forman el equipo se reúna para compartir sus conocimientos.
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Crea espacios de colaboración mediante proyectos abiertos y especiales orientados a la mejora de los procesos.
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Reconoce públicamente a las personas más colaboradoras o a las acciones que refuerzan el clima de colaboración.
