Inspiración

Transmitir una visión convincente

Una persona inspiradora es capaz de enganchar emocionalmente a quienes le rodean para alcanzar una meta. El mundo lo mueven hombres y mujeres que inspiran a los demás. La mayoría de las veces su intención no es empujar o arrastrar hacia una meta concreta, pero la persiguen con tanta pasión y devoción que contagian a los que están a su alrededor. 

Una característica esencial de las personas inspiradoras es que consiguen que su propio objetivo se convierta en una misión compartida. Hacen que sus seguidores vibren también cuando sueñan con el objetivo cumplido. Esta cualidad suele ir acompañada de la capacidad de hacer sentir a quienes les siguen que son héroes, capaces de conseguir lo que parecía imposible. Pero no basta con sentir y vibrar. La inspiración mueve a la acción. 

Esta cualidad se asocia fácilmente al carisma y muchas personas renuncian a ella porque consideran que el carisma es una cualidad con la que naces y, si no la llevas en la sangre, no puedes aprenderla. Por eso es, quizás, de entre todas las competencias la más difícil de desarrollar. Requiere mucha energía para crear o articular visiones y generosidad para compartirlas con otras personas.

¿Cómo se comportan las personas que dominan esta cualidad?

Movilizan a otros en torno a una visión convincente
Comparten los objetivos como una visión común
Consiguen que los demás vean más allá de sus tareas cotidianas
Hacen que los demás relacionen sus tareas con la meta común

Si pulsas en los enlaces podrás aprender algunos trucos para practicar estos comportamientos